La palloza como todos sabeis es una construcción con cubierta de paja de centeno (Palloza viene de palla, es decir paja). En todo el mundo la gente reconoce las pallozas por las historietas de Astérix y Obélix. En el poblado galo las casas tenían el tejado de paja.
En León solo quedan pallozas originales en algunos rincones de la provincia (Los Ancares, sobre todo en Balouta, y La Cabrera, donde todavía queda alguna en Corporales y aledaños). También hay alguna palloza de nueva construcción usada como restaurante (Arcahueja y Carracedelo), o casa de turismo rural (Murias de Paredes). Pero en otros tiempos no muy lejanos, hasta bien entrado el siglo XX, se extendieron por toda la provincia, y por supuesto las hubo en Robles de la Valcueva.
Para conocer como eran las Pallozas y saber algo sobre su construcción recurriremos a la página Web de Cuadros, en concreto nos desplazaremos por el menu lateral a Historia>visita virtual>aldea de la zona en la edad media, y llegaremos a la casa del rico de Campazas, de ahí sacamos el siguiente texto:
La cubierta más comúnmente empleada en las casa ha sido hasta bien entrado el siglo XX la paja de cuelmo. Algunos estudiosos ven el origen de este tipo de cubiertas en el Neolítico. Otros la datan más tardía, a partir de la época romana, siendo anteriormente de ramas y tapín. El Cuelmo es paja entera de centeno a la que se le quitaba el grano, sobre un entramado de palos en forma de parrilla se colocaban puñados de cuelmo atados con cuelmos humedecidos y retorcidos, a la parrilla de palos que servía de soporte o ripia a la cubierta. Posteriormente con unos útiles en forma de espada ancha se igualaban los extremos de las pajas formando una superficie uniforme. Esta base de paja, producía con el tiempo un material compacto en el que se mezclaban los musgos, líquenes y polvo traído por el viento con lo que se conseguían cubiertas muy aislantes y baratas. El mayor inconveniente era su fácil combustión por lo que eran frecuentes los incendios o "quemas", auténtica desgracia familiar que era paliada con la solidaridad vecinal. La planta de las casa era cuadrada, con pocos huecos de luz exterior y una salida de humos sobre la lumbre. De la campana que recogía el humo pendían la espregancias, cadena a las que se colgaban un pote. Otros potes estaban arrimados a la lumbre que junto con varios morrillos quedaba de esta forma dentro de un círculo.
En el Madoz cuando se refiere a Lorenzana nos confirma que la mayoría de las casa eran de techo, si esto ocurría en Lorenzana relativamente bien comunicada es fácil imaginar como serían los pueblos más apartados. En 1896 Elías López Morán habla de la tendencia a cambiar las cubiertas de paja por teja en las riberas, como manera de evitar la propagación de las quemas (incendios).
Quien quiera saber más sobre las Pallozas en León puede ir a la página Altoesla, página excelente sobre la montaña oriental leonesa, e ir al artículo sobre las pallozas. También se puede descargar el artículo en pdf.
Aunque en la actualidad pueda sonarnos como una terminología extraña, en esta zona, como en la mayor parte de León a las casas con tejado de paja de centeno se decía que tenían el tejado de techo, en contraposición a las casas más modernas que lo tenían de teja. En Asturias, en Galicia, y en alguna zona de los Ancares las casas con cubierta de paja de centeno se dicen que están de teito que es como se dice techo en gallego. En la siguiente imagen, una de las pallozas que aún quedan en Asturias.
En Robles de la Valcueva las dos últimas Pallozas desaparecieron a mediados del siglo XX, y eran la casa del tío Teno, situada en el abesedo, y que se alzaba sobre el solar que recogenos en la imagen siguiente, y la casa de El Pinche situada al final de La Llana, próxima a la casa donde vivía el cura, Don Gabino.
En otros pueblos del Valle de la Valcueva también hubo numerosas pallozas, y entre las últimas estuvo la casa del tío Tano en Palazuelo de la Valcueva. En la siguiente foto tomada en La Valcueva hacia 1926 vemos en primer plano a Josefa Suárez, detrás unos albañiles (canteros se les llamaba entonces, y a los peones barreros), y al fondo una construcción con tejado de paja de centeno, testimonio gráfico de una de las últimas pallozas de la Valcueva. Si queréis ver la foto con más detalle, como en la mayoría de las fotos de este Blog, sólo tenéis que picar en ella con el ratón para agrandarla.