17 febrero, 2007

El potro

En los pueblos de la comarca hubo hasta época muy reciente numerosas pequeñas explotaciones ganaderas de carácter familiar, de entre una a cinco vacas, que contribuían a la economía de subsistencia que se desarrollaba en estas zonas. Era un tiempo en que las calles estaban llenas de boñicas, los pilones llenos de ganado bebiendo, y era constante el ir y venir de las vacas, y el trajín de carros por las carreteras y caminos. Para dar servicio a esta industria ganadera había en casi todos los pueblos una estructura característica construida con troncos de madera y que servía para inmovilizar el ganado vacuno para herrarlo, y a veces para someterlo a otro tipo de operaciones como el castrado. Nos estamos refiriendo por supuesto al potro.


En el caso de Robles aún quedan los restos del viejo potro a la orilla del Camino Real que al sur del pueblo recorría el Valle de la Valcueva. Este potro se sitúa cerca del cruce entre el Camino Real y el camino que sube desde el Barrio del campo hacia la Campa de la zarza, al lado de unas cochineras abandonadas. Hoy no es más que un esqueleto que espera su definitiva desaparición. Para que su recuerdo no se borre definitivamente de la memoria colectiva del pueblo le dedicamos esta entrada.