En los pueblos de la comarca hubo hasta época muy reciente numerosas pequeñas explotaciones ganaderas de carácter familiar, de entre una a cinco vacas, que contribuían a la economía de subsistencia que se desarrollaba en estas zonas. Era un tiempo en que las calles estaban llenas de boñicas, los pilones llenos de ganado bebiendo, y era constante el ir y venir de las vacas, y el trajín de carros por las carreteras y caminos. Para dar servicio a esta industria ganadera había en casi todos los pueblos una estructura característica construida con troncos de madera y que servía para inmovilizar el ganado vacuno para herrarlo, y a veces para someterlo a otro tipo de operaciones como el castrado. Nos estamos refiriendo por supuesto al potro.
En el caso de Robles aún quedan los restos del viejo potro a la orilla del Camino Real que al sur del pueblo recorría el Valle de la Valcueva. Este potro se sitúa cerca del cruce entre el Camino Real y el camino que sube desde el Barrio del campo hacia la Campa de la zarza, al lado de unas cochineras abandonadas. Hoy no es más que un esqueleto que espera su definitiva desaparición. Para que su recuerdo no se borre definitivamente de la memoria colectiva del pueblo le dedicamos esta entrada.
7 comentarios:
Creo que no sería mala idea el habilitar en cada pueblo de la zona cualquier caserón o antiguo pajar,para convertirlo en una especie de museo etnográfico de aperos artilugios y trastos viejos de la épocas de los abuelos.Los locales habilitados en las antiguas escuelas,como la de Naredo,al que llaman asociación,no dejan de ser bares para el chismorreo y la tertulia.Ese potro o los viejos arados,trillos,máquinas aventadoras,las biendas,cerandas,cribas,hoziles,los yugos y hasta los sobeos de las vacas,las ollas de cobre para las morcillas...en fin,un montón de telares antiguos que los críos de ahora no saben ni que existieron.
Saludos.
Buenas y santas,
con respecto al tema de los museos etnográficos, yo estoy un poco dividido, sobre todo ahora que disponemos de tecnología para guardar en la memoria toda esta informacion de forma muy completa y documentada. Pero estoy abierto al debate.
Antonio, me atrevería a sugerirte que la próxima vez que pasaras al lado de este potro, tomaras las medidas he hicieras un croquis, para conservar más datos sobre el.
Un saludo
Son compatibles ambas cosas,conservarlos físicamente,y al mismo tiempo una buena documentación sobre el uso de los mismos.
Chulo este que está en Naredo,al menos lo tienen mejor conservados,ahora mismo no lo sitúo.
http://www.matallanadetorio.org/portal/visor_detail.asp?iType=41&iPic=412
Buenas y santas,
Eusebio, yo también considero compatibles ambos aspectos, pero mis dudas van más encaminadas a los costes de conservación de todos estos artilugios del patrimonio. Un museo etnográfico por pequeño que sea tiene sus gastos y yo no creo que siempre merezca la pena.
El debate es muy interesante.
Por de pronto, Antonio, tu entrada me ha dado una idea para un nuevo apartado del LeónWiki.
Un saludo.
No esperaba que este tema despertara tanto interés. El potro de Robles está claro que desaparecerá algún día, aunque los potros que están cubiertos y que se encuentran próximos al casco urbano o en éste deberían de rehabilitarse y conservarse como bienes culturales. De hecho en la provincia de León hay pueblos que ya han tomado esa iniciativa como Quintanilla de Combarros donde la Junta vecinal ha presupuestado 12000 euros para la conservación del potro, y de éstos la Junta de Castilla y León le ha subvencionado 5520. No conocía el potro de Naredo, pero no demasiado lejos de Robles, en la Mata de la Riba, hay un potro en perfecto estado de conservación. En el artículo de la entrada me pensé extender sobre el funcionamiento del potro, porque está claro que los niños de Robles ya nunca verán funcionar uno, pero al final me pareció que no debía transformar el artículo en una "sabana" para darle agilidad al Blog. Para el que le interese decir que aparte de la estructura que es lo que se conserva en Robles el potro para estar completo necesita unos accesorios en forma de correas, cadenas o sogas para sujetar al animal. En algunos potros en la parte delantera tienen una especie de yugo donde se sujeta atada por los cuernos la cabeza de la vaca. Las cintas, sogas o fajas que he citado se hallan sujetas a uno de los travesaños laterales del potro, y se pasan por debajo del animal hasta el otro travesaño, que es en realidad un torno, y que por medio de palancas se va girando elevando al animal hasta que este pierda pie y quede suspendido. Una vez que el animal está suspendido ya no se puede escapar aunque quiera, entonces se le dobla la pierna de la pezuña sobre la que se va a trabajar, y se apoya sobre una especie de taco que sobresale del suelo, y se ata la pierna a él para poder trabajar con más comodidad.
He visto el enlace de este blog en una foto de "Haciendo clack"
http://www.flickr.com/photos/haciendoclack/465191874/
Ojala las historias de todos los pueblos estuviera tan bien documentada. Felicidades
es una pena que los pueblos se queden sin gentes,porque todos tenemos recuerdos bonitos de juegos,correrias y trabajos de cuando eramos niños
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