31 diciembre, 2008

Miguel Angel García, mañana en Orzonaga a las 5,30


Por su interés, y para animar a la gente a asistir, reproduzco estos artículos de Fulgencio Fernández en La Crónica de León. En ellos se hace referencia a dos personajes ilustres de Robles de la Valcueva, A El Tío Faldas coplista legendario, y al infatigable músico y folklorista Miguel Ángel García.


Vuelven las coplas populares de ‘El Tío Faldas’ de Robles

La vida diaria de los pueblos le debe mucho a algunos personajes realmente singulares que han sabido dejar constancia de muchos de los hechos ocurridos.Juglares populares, copleros con una gracia innata y facilidad para escribir lo cotidiano.
Escribir incluso sin saber leer, como es el caso de Manuel Laiz, de Robles de la Valcueva, minero de profesión, recordado como ‘El Tío Faldas’ y creador de numerosas coplillas que dan fe de acontecimientos ocurridos en la comarca del Torío.
Echaba la jornada laboral cargando la linea de baldes que unía la mina Collín y el lavadero de la Hispana y cuando acababa cualquier hecho que conociera lo convertía en copla, ayudado de una memoria prodigiosa. Se cuenta de él en Matallana, lo recuerda con frecuencia José Ángel ‘El Profe’ (otra memoria andante de la comarca), que Manuel escuchaba cómo alguien leía el periódico y él lo cogía a continuación y lo repetía como si lo estuviera leyendo, pese a no saber leer.
A él se deben coplas como la de ‘El elefante de Orzonaga’, que mañana recordarán en el propio pueblo cantada por Miguel Ángel García, en un concierto en el que estará acompañado de Eduardo Luis Nicolás, de León y Miguel Ángel Badeso, de Villadangos del Páramo.
Pero no fue la única copla de Laiz, ni mucho menos, todos aquellos hechos relevantes que se producían en la comarca acababan siendo objeto de alguna de sus creaciones, que recordaba como si las estuviera leyendo.

Así cantó las disputas entre el Barrio de la Estación y Matallana en 1930, por diferenciarse uno de otro, para lo que los primeros celebraron una misa en Orzonaga:

¡Ave María Purísima!
dicen los de La Estación.
¡Hay que comprar un San Roque!
Pa celebrar la función.
Todos a misa, todos allí,
a echar responsos a San Roquín.
Primero sale Fernando,
que hace señas a Barrón.
Luego salió Teodoro,
cuando Muñiz se acercó.
Moro y el carnicero,
y el otro Nicanor.
Uno faltaba a la lista
y era el vecino Trampón


El elefante de Orzonaga es la copla más famosa de El tío Faldas. Mañana día 1 de enero de 2009 la interpretará Miguel Ángel García a la zanfoña en el lugar más apropiado, la iglesia de Orzonaga a partir de las cinco y media de la tarde.

Un guaje baja corriendo
Para dar aviso al pueblo
Que se hallaba un elefante
En la fuente del Pocedo.
Pobre elefante que mal lo
pasas
Que te amarraron los de
Orzonaga
(estribillo)
Prepara las municiones
El vecino Baldomero
Y en seguida pasa aviso
A Lanero y a Cachero
(Estribillo)
Bajaba el Falso corriendo
Que no se le veía el pelo
Que le preste una cadena
Al vecino Macareno
(Estribillo)
Unos iban con cadenas
Otros con forcas de hierro
Y el que llevaba el azúcar
Era el hijo del Pedrero
(Estribillo)
Eloy le dice a Avelino
No te metas por ahí
No te vaya a suceder
Lo que con el jabalí
(Estribillo)
Manolín dice: ¡señores!
Nada me extraña la cosa
Que ya en tiempos pasados
Hubo por aquí una mora
(Estribillo)
Cuando llegan al fayedo
Baldomero dice así:
Poco a poco compañeros
Que ya lo siento gruñir
(Estribillo)
Vitoriano el de Llombera
También estaba en la danza
Quiere llevarlo a Llombera
Perteneciendo a Orzonaga
(Estribillo)
Sidoro sube al Mayado
Sidoro baja al Hayedo
No lo pilló por el rabo
Porque le tenía miedo
(Estribillo)
Que pena pasan
Los de Llombera
Que no lo amarran
P’a unas melenas
(Estribillo)
Todas las mujeres van
A preguntar a Pimenio
Y la tía Cachera dice
Si era blanco o era negro
(Estribillo)
No era blanco ni era negro
Color de piel de ratón
Que al hombre más valiente
Le temblaba el corazón
(Estribillo)
Habrá que mandar aviso
A toda casa de fieras
Que si falta un elefante
Está cerca de Llombera
(Estribillo)
Crispín le dice a Marquines
Que color tiene la cosa
Y Marquines le contesta
Tiene tres metros de trompa
(Estribillo)
Pobre elefante
Que tripas tienes
Que te amarraron
Pimenio y Nene
(Estribillo)

21 diciembre, 2008

Salones de baile, Sala de fiestas y Discoteca

Quizá los jóvenes de hoy se pregunten dónde ligaron sus padres, abuelos o bisabuelos. Aparte de las fiestas patronales con orquesta que se celebraban en los prados y en las plazas de los pueblos en los meses que iban de Junio a Septiembre (baile por la noche o Verbena y a veces también baile antes de la comida del mediodía o baile Vermut), durante el pasado siglo XX existieron locales de baile que funcionaban de fin de semana durante todo el año. Claro que nuestro abuelos y bisabuelos no hablaban de ligar, decían que fulanito se hablaba con menganita, o que fulanito y menganita se hablaban.

De esos locales de baile desaparecidos, de los que aún se conserva el edificio pero ya privado de su uso primitivo, la mayoría de ellos transformados en viviendas, es de lo que vamos a hablar en esta entrada.


El primero de estos locales conocido como Salón de baile del que tengo constancia, y que funcionó mucho tiempo, era el Salón de baile del tío Domingo. Era un salón en que la música era de organillo, y estaba situado en Las Viñas, pegando al cruce de la carretera León-Coyanzo con el final del camino de La Llana, pero al otro lado de la presa (el arroyo de Robles).



El segundo Salón de baile, también de la primer mitad del siglo XX era el Salón de baile de la tía Bonifacia y del tío Anselmo, y se situaba en la Calle del Sol, ya pasado el Campellín hacia la Valcueva.



El tercer local, era el Salón de baile de Agustín, y estaba situado en la carretera León-Coyanzo, muy próximo al cruce.



Luego, ya en la segunda mitad del siglo XX, el baile se empezó a realizar en un local municipal anexo al edificio de la Casa Consistorial, en el Barrio de La Estación. Era un local que el ayuntamiento alquilaba, que al principio tenía un Cine anexo, y que empezó a conocerse, modernizada la terminología como Sala de fiestas, para posteriormente pasar a llamarse Discoteca, un neologismo que había empezado a ser utilizado en Francia a mediados de los años 70 y por el que se designaba a los locales con poca luz ambiental y con una pista de baile en que con grandes altavoces un pinchadiscos ponía música a gran volumen acompañada de juegos de luces de colores.


A la Discoteca de la Estación acudían jóvenes de la Ribera del Torío desde la cabecera del valle hasta Pedrún, y cobraba entrada con derecho a consumición a los chicos, siendo libre la entrada para las mujeres. La discoteca empezó con el nombre de Everybody, regentada por Atanasio, para más tarde cambiar el nombre por el de Sarapoga, nombre con reminiscencias al de una mítica discoteca madrileña de la Gran Vía, la discoteca Pasapoga. La Discoteca de la Estación cerró sus puertas definitivamente a finales de los años ochenta, y con ella terminó un siglo de locales de baile en el pueblo.